Siendo atacada por 20 hombres enmascarados, armados con rifles y explosivos, Sally Adee fue capaz de eliminar a cada uno de ellos fácilmente. Sally no tuvo una clara conciencia de lo que sucedió, desde su perspectiva la escaramuza de 20 minutos, duró solo unos momentos y cuando terminó preguntó ¿a cuantos le dí?
Sin darse cuenta que le había acertado a los 20.
Esto es muy impresionante dado que Sally no es una francotirador, si no periodista y esta era su segunda situación así. Después de todo, esto sucedió en un simulador de combate para francotiradores. En su primera vez Sally entró en pánico, por la cantidad de enemigos que había y atascó su rifle varias veces.
¿Que hizo la diferencia?
En su segundo entrenamiento tuvo conectado un electrodo de corriente transcranial, este electrodo tiene la finalidad de mandar una corriente a tu cerebro con el objetivo de aumentar el rendimiento cognitiva. Sally describió esta experiencia como “casi espiritual” y contó como por primera vez en su vida toda su cabeza estaba en silencio absoluto.
El propósito del electrodo transcranial era lograr un estado conocido como “flow”, término popularizado por el psicólogo Mihaly Csikszentmihaly. Este es un estado de rendimiento óptimo, concentración sin esfuerzo y en las palabras del autor “Es el estado en el que la gente esta tan enfocada en una actividad que nada más parece importar”En su libro “flow” el autor describe como jugadores de ajedrez o cirujanos ante un gran desafío, se pierden a si mismos en la actividad”
Como en el ejemplo de la periodista Sally Adee, toda información ajena a la actividad, incluso el sentido de si mismo y nuestro diálogo interno, desaparece.
Este estado sucede normalmente cuando el cuerpo o la mente de una persona son llevados a sus límites en un esfuerzo voluntario de realizar algo complejo y significativo.
Podés haber experimentado este estado como atleta en una dura competencia deportiva o como estudiante trabajando en un proyecto o examen a contrarreloj.
Desafortunadamente para nosotros nuestra configuración cerebral “por defecto” (aquella con la que venimos de fábrica) es la opuesta a este modo de concentración y alto rendimiento.
¿Querés saber más?
Resonancias funcionales muestran que en nuestro cerebro existen una red de áreas que se activan al no estar realizando ninguna tarea ni concentrado en nada en especial.
Lamentablemente estas áreas corresponden negativamente con las áreas responsables del estado denominado “flow” (son áreas con actividades opuestas).
Estas áreas, activas por defecto, son responsables de poder comprender las emociones de otras personas, imaginar el futuro, recordar el pasado y de permitir que nuestra mente se disperse.
La Mente bicameral y el narrador interno
La mente bicameral se refiere a una hipótesis de psicología en la que el humano poseía una parte del cerebro que parecía estar hablando y otra que escuchaba y obedecía.
Esta idea usada recientemente en series de televisión fue desarrollada originalmente por Julian Jaynes en su libro “El origen de la conciencia en la ruptura de la mente bicameral”.
Este libro explica como hasta hace no demasiado tiempo el ser humano interpretaba esa voz en su cabeza como, la voz de los dioses.
Esto no es tan diferente de como los seres humanos operan hoy en día, pero no es la voz de los dioses, si no su propia voz diciendo: este vestido me hace ver más gorda, no puedo creer que me pasó eso a mi, etc…
Las áreas activas por defecto parecen ser las responsables de ese “narrador interno”, conocido en muchas tradiciones orientales como “Mente de mono”, concepto popularizado por el Budismo tibetano y por chistes de “Los Simpson”
No estar en un estado de optimo rendimiento es una cosa, pero otra consecuencia de nuestro estado por defecto es simplemente un estado de infelicidad.
En 2011 se realizó un estudio en Cambridge, con 5000 personas de 83 países, para evaluar el nivel de felicidad en las personas a través de aplicaciones de celular (que valoraban de manera aleatoria los niveles de felicidad del paciente en momentos determinados), los resultados fueron tan conclusivos que el estudio se llamó “A wondering mind is an unhappy mind (Una mente dispersa es una mente infeliz)”
Redcordá que nuestro cerebro no fue diseñado para ayudarnos a ser felices, si no para ayudarnos a sobrevivir, esta buscando constantemente el problema. Es nuestro mecanismo de defensa.
¿Que podemos hacer para modificar esto?
La meditación mostró ser capaz de reducir en gran cantidad la actividad en los centros cerebrales activos “por defecto” y reducir el narrador interno. Estos efectos no solo existen durante la meditación, si no que perduran, en menor medida, el resto del tiempo.
Los practicantes de meditación modificaron su modo de funcionamiento cerebral, para estar menos distraídos. Esto por si solo parecería razón suficiente para meditar, pero la meditación tiene una lista casi sospechosa de beneficios, disminuye tus hormonas del estrés, reduce la presión sanguínea, estímula el sistema inmune, mitiga depresión, ansiedad, ADHD, hasta ayuda a disminuir sintomatología de Psoriasis o síndrome de intestino irritable.
Tim Ferris en su libro “Herramientas de Titanes” dice: Más del 80% de las personas con performance de nivel mundial que entrevisté realizan algún tipo de meditación diaria”
y define a la meditación como una “meta-habilidad” (una meta-habilidad es aquella que mejora las demás habilidades).
Existen muchos tipos de meditación pero tienen una cosa en común, todas mejoran tu capacidad de atención y conciencia.
La capacidad de ser consciente es crucial hoy en día, donde nuestra atención se ve afectada por publicidad, emails, whatsapp, notificaciones de facebook y especialmente por unos rectángulos mágicos que cargamos en nuestros bolsillos (o carteras) todo el día.
Como define Yuval Noah Harrari en su libro “homo deus”, hace siglos tener poder significaba tener acceso a información, hoy tener poder significa saber que información ignorar.
¿Que significa tener atención plena?
Es prestar atención, de una manera particular, a propósito, en el momento presente, sin juzgar la información que se nos presenta.
La manera más común de meditar y alcanzar esa atención plena consiste en sentarse derecho, cómodamente, y enfocarse en la sensación de la respiración… cuando la mente vuelve a perderse en los pensamientos simplemente se lleva la atención a la respiración nuevamente. Al hacer esto estamos prestando atención a la información de nuestra respiración, a propósito, en este momento, sin evaluar si está bien o mal.
Puede ser frustrante percibir como perdés el foco de atención, pero ese es exactamente el punto, redirigir tu atención es como hacer pesas, para tu cerebro.
En las palabras de Dan Harris, author de 10% más feliz: Estás rompiendo un hábito de toda la vida de caminar en la niebla, en un ensueño de proyección hacia el futuro o rumiación sobre el pasado y te estas enfocando en lo que pasa en este momento.
La meditación te permite vivir sin ser controlado por las experiencias de la vida, sin lugar a dudas el mejor ejemplo de esto es el dolor.
En varios estudios en los que se inflige dolor a los participantes, realizados en la universidad de Montreal, el resultado es invariable. Se requiere más estímulo doloroso en los practicantes de meditación para alcanzar el mismo nivel de dolor que en los no meditadores. En los estudios realizados a estos voluntarios se dejó en evidencia que el grupo meditador podía sentir el dolor de manera más clara, pero con menos carga emocional asociada al mismo.
En un ejemplo del libro “Waking Up” de Sam Harris, se ejemplifica la importancia de la asociación emocional al dolor de manera muy clara, dando el ejemplo de un dolor muy fuerte en el hombro por una de dos situaciones: por romper un récord personal levantando pesas o por lo que podría ser un cáncer, del cuál estás esperando la biopsia con el resultado. Con este ejemplo queda claro que una misma sensación puede ser placentera y enorgullecernos o completamente displacentera dependiendo del marco conceptual.
En estudios realizados por el psiquiatra Jason Brewer se demuestra como la meditación y la atención plena son el doble de efectivas que los tratamientos estandard para dejar de fumar. En esos estudios no se les dice a los pacientes que no pueden fumar, simplemente se los invita a ser conscientes de las sensaciones que existen en el cuerpo cuando les urge fumar.
Nuestro cerebro, funcionando “por defecto”, estimula la reactividad emocional, la cual es responsable de que actuemos ante los antojos.
La meditación en este caso te permite prestar más atención a tu experiencia y poder tolerar no actuar ante cada sensación incomoda en tu cuerpo. Solo porque te sientas irritable no significa que tengas que fumar, solo porque tengas hambre en este instante no significa que tengas que comer alimentos insalubres pero convenientes y solo porque te sientas ligeramente aburrido no significa que tengas que chequear tu celular.
La manera más simple, según el psicólogo Mihaly Csikszentmihaly, de no sentirnos agobiados por la vida y ser felices es a través de la motivación interna. Aquel que se encuentra motivado internamente puede transformar amenazas en desafíos, no se aburre y raramente se siente ansioso dado que esta inmerso en lo que sucede en el momento.
En las palabras de Viktor Frankl: Entre estímulo y respuesta existe un espacio. En ese espacio radica nuestro poder de elegir la respuesta”