En un acto de amor, en medio del dolor por la pérdida de un ser querido, los familiares de un joven de 27 años de la capital del Alto Paraná, resolvieron donar sus órganos y el procedimiento se cumplió este miércoles en un sanatorio privado, hasta donde llegaron los miembros del Instituto de Ablación y Trasplante, pudiendo aprovecharse las dos córneas y el corazón.
Los demás órganos no fueron extraídos porque no había receptor compatible. Al confirmarse la muerte cerebral, la familia optó por donar los órganos del joven, quien había recibido una herida de bala en la cabeza, de acuerdo a los informes del centro asistencial.
Su médico tratante dijo que todavía falta concienciar a la población sobre la necesidad de donar órganos para salvar vidas, convirtiendo el sufrimiento de unos en esperanza para otros.