Capturan a tres sospechosos de un secuestro exprés en una estancia de Horqueta

Una mujer, su hijo, más un joven de 19 años, fueron detenidos el lunes en horas de la tarde durante los allanamientos realizados casi de manera simultánea en Concepción y Ciudad del Este, en prosecución a un caso de secuestro exprés ocurrido el 10 de noviembre último en la estancia “San Vicente” de la Compañía Huguá Ocampo de la localidad de Horqueta, donde resultaron víctimas, el propietario del establecimiento, Vicente Samaniego y su capataz, Arnaldo Ferreira.

El primer procedimientos estuvo encabezado por agentes de Antisecuestro y Antiterrorismo de la Policía Nacional, que inició a las 14:30 en la capital de Alto Paraná, donde fueron detenidas tres personas que fueron identificadas como: 1) Elsa Mercedes Castel Viveros de 47, y 2) José Luis Rodríguez Castel de 21 años, hijo de la mujer. El procedimiento estuvo acompañado por la agente fiscal Zunilda Ocampos Marín, de la Unidad Especializada de Antisecuestro.

FOTO. EVIDENCIAS INCAUTADAS

El segundo allanamiento fue 20 minutos después, pero en la ciudad de Concepción, donde cayó Luis Alberto Benítez Esteche de 19 años. De la vivienda intervenida los uniformados incautaron varios teléfonos celulares, sin cards, dinero en efectivo y documentos, tales como facturas de compras y ficha de activaciones de líneas, entre otros. En este procedimiento intervino el fiscal Carlos Magno II Alvarenga.

Antecedentes del secuestro exprés

El ganadero Vicente Samaniego y su capataz Arnaldo Ferreira fueron secuestrados el 10 de noviembre pasado por un grupo de cinco hombres fuertemente armados que irrumpieron en la estancia” San Vicente”, ubicada en la compañía Huguá Ocampo en Horqueta, departamento de Concepción.

Los delincuentes primeramente tomaron de rehenes a dos peones, quienes fueron obligados a guiarlos hacia donde estaban Samaniego y Ferreira. Estos finalemente fueron llevados por los delincuentes, quienes al principio exigieron a los familiares del ganadero de la suma de 300 millones de guaraníes por la liberación de ambos.

La oferta fue rebajada después a 50 millones de guaraníes y tras el pago, liberaron a Samaniego con la finalidad de ir a retirar el efectivo, mientras que el capataz continuaba retenido. Según los investigadores, ellos secuestradores cometieron varios errores que habrían facilitado su rápida identificación y las de sus presuntos cómplices.