Tras la captura de los cuatro presuntos delincuentes que se alzaron con un botín de 19 millones de guaraníes de una carnicería ubicada en el barrio La Blanca de Ciudad del Este, el fiscal de turno Carlos Almada imputó a Marcos Antonio Salas Bareiro de 25 años, por robo agravado, tenencia de estupefacientes y Violación de ley de armas, junto con él a Ramón Gabriel Frutos Godoy de 32 años, por robo agravado y violación de ley de armas, mientras que Isidro Báez López de 47 años, y Juan Carlos Cardozo de 34 años, fueron procesado por violación de ley de armas.
Según la investigación, el viernes pasado a las 12:43 Salas Bareiro y Frutos Godoy habrían perpetrado un asalto a mano armada en el local comercial denominado Las Fronteras, el Mundo de la Carne, ubicado sobre la avenida La Blanca, de la Ciudad del Este, Departamento de Alto Paraná.
En la oportunidad, los sindicados llegaron al lugar a bordo de una motocicleta, que estacionaron enfrente y seguidamente irrumpieron en el interior del negocio.
Marcos Antonio Salas Bareiro, portaba un fusil calibre 7,62 recortado y tenía tapabocas, mientras que el Ramón Frutos Godoy, llevaba puesto un casco protector. Los mismo inmediatamente dieron la voz de asalto y redujeron al propietario Cristhian Tapari, al igual que a los empleados Alexis Cubilla, Ernesto Franco Sánchez, Ramón Aquino y Rodrigo Romero Escurra, para luego apoderarse de la suma de 3.000.000 millones de guaraníes de la cajas registradora, además de teléfonos celulares y otras pertenencias de la víctimas.
Tras consumar el atraco, los delincuentes huyeron del lugar. Sin embargo, todo el movimiento de los presuntos asaltantes quedó registrado por las cámaras de seguridad del local, por lo que pudieron identificar a los dos sospechosos. Al día siguiente, a las 05:45, los efectivos policiales detuvieron en la ciudad de Minga Guazú a los presuntos delincuentes, al igual que a Isidro Báez López y Juan Carlos Cardozo, al momento en que se encontraban circulando a bordo de un automóvil de la marca Toyota, modelo Premio, con matrícula CDY 995, que estaba al mando de Cardozo.
Marcos Salas tenía en su poder el arma de guerra, con cuatro proyectiles, además 482 gramos de marihuana y los celulares de las víctimas.