Una joven de 24 años, embarazada de siete meses, quien esperaba la llegada de su cuatro hijo fue hallada muerta, por transeúntes quienes quedaron horrorizados al percatarse de que le habían mutilado los genitales, extraído el útero, además le abrieron el vientre para sacar a su hijo nonato como parte de un ritual macabro.
La fallecida fue identificada por su expareja y padre de sus hijos como Ohana Karolin, oriunda de Mogi Guaco, Brasil, quien fue encontrada en Portal Dos Lagos, en el estado de Sao Paulo, según reportó el Dailly Mail.
La hipótesis que manejan los investigadores es que se habría tratado de un sacrificio, practicado durante un ritual satánico y que la ofrenda habría sido el hijo nonato de la joven madre.
La Policía señaló que al lado del cadáver de Karolin encontraron sus pantalones cortos, además de sus changletas tiradas en un área rodeada de iglesias evangélicas. Los medios locales publicaron que las casas de culto a menudo usan un espacio arbolado para celebrar servicios de oración y vigilias al aire libre.
El exesposo, nuevo novio y pandilla.
El exesposo de Karolin y padre de sus hijos fue quien finalmente identificó su cuerpo. Mientras tanto, estaban tratando de dar con el nuevo novio de la víctima, y determinar si jugó o no un papel en su espeluznante asesinato. Un amigo de la fallecida le confió al medio UOL que la madre embarazada tendría presuntos vínculos con una “pandilla dura”.
Incluso aseguró que por esa razón se distanció de ella, y dejó en claro que no sabe absolutamente nada sobre lo que pasó con Karolin. Las autoridades mencionaron que se llevara a cabo una autopsia para determinar cómo murió y qué herramienta se utilizó para las mutilaciones.