La Fiscala Reinalda Palacios allanó el miércoles en Pedro Juan Caballero la casa del agente Luis Alberto Zelada, imputado por presuntamente robar 2.500 municiones de la Armería de la Comandancia de la Policial.
Con el objetivo de buscar más evidencias vinculadas al caso, donde el policía Luis Alberto Zelada esta imputado desde el martes, junto al suboficial Cristhian Daniel Ramos Agüero, por presuntamente robar cartuchos con 2.500 balas calibre 9 milímetros de la Armería de la Agrupación de Seguridad de la Comandancia, realizaron el procedimiento en las primeras horas de la mañana. La representante del Ministerio Público también pidió prisión preventiva para los dos uniformados.
Durante el operativo, aparentemente no se habría hallado más elementos vinculados a la causa investigada según consta en el informe de la fiscalía, y donde se menciona que a los suboficiales Luis Alberto Zelada Echague y Cristhian Daniel Ramos Agüero se les atribuyen hechos de hurto agravado, detención y tráfico ilícito.
Uno de los agentes investigados estaba prestando servicios al momento del supuesto robo de la Armería de la Agrupación de Seguridad de la Comandancia, por lo cual pudo extraer los cartuchos de la sede policial, mientras que el otro retiró las municiones a bordo de su automóvil particular.
Según fuentes policiales, el faltante de municiones se pudo detectar durante un control rutinario, realizado en el sitio donde se guardan grandes cantidades de armamentos. Aparentemente, no sería un caso aislado, ya que los robos de municiones se darían de forma constante. El robo de cartuchos con 2.500 balas calibre 9 milímetros de la Armería de la Agrupación de Seguridad de la Comandancia habría ocurrido en la mañana del pasado 17 de setiembre, cuando el suboficial inspector Ramos Agüero estaba de servicio en el lugar y supuestamente sustrajo las balas.
Horas más tarde, ya al mediodía habría llegado a bordo de un automóvil particular Zelada Echague, quien en ese momento estaba con reposo médico. El mismo le habría prometido a Ramos entregarle uno 8.000.000 millones de guaraníes, a cambio de los cartuchos, de cuyo monto solo le entregó 1.000.000 de guaraníes. Una vez que tuvo en su poder las municiones, el suboficial se retiró del sitio y se presume que parte de los cartuchos robados fueron vendidos en Pedro Juan Caballero, Departamento de Amambay.