Un Suboficial Inspector en actividad y su cómplice fueron detenidos este jueves, supuestamente por conformar un esquema de extorsión por el cual pretendían cobrar más de 30 millones de guaraníes a su víctima, que resultó ser un asistente fiscal. Los presuntos extorsionadores habrían generado falsas denuncias e incluso habrían retenido en contra de su voluntad por casi seis horas al ahora denunciante, con el fin de asegurar el cobro del dinero.
Mediante un operativo de entrega vigilada de dinero, llevada adelante por una comitiva Policial-Fiscal, se logró hoy la detención de Hugo Milcíades de León Fernández de 40 años, un Suboficial Inspector de la Policía en actividad y el presunto cómplice( su hermano), Luís Alberto de León de 29 años.
Los antecedentes del caso refieren que el calvario de la víctima identificada como Adilson Noguera de 29 años, inició días atrás cuando intentó vender algunos artículos y fue contactado por el Policía ahora detenido y su cómplice como interesados en comprar de él autopartes. Según el denunciante, una camioneta de su propiedad había volcado y quedado inservible, por lo que mando desarmar y empezó a vender partes del motor, llantas y algunos accesorios por lo que realizaba publicaciones en las redes sociales hasta que lo contactaron estos hombres que resultaron ser extorsionadores según indicó el Comisario Gustavo Errecarte, uno de los intervinientes. Tras pactar la venta de varias partes de la camioneta en cuestión, el vendedor y el supuesto comprador se encontraron en la zona donde había volcado el rodado, pero el supuesto comprador fue acompañado de su cómplice que vestía un uniforme policial a bordo de un vehículo particular, posteriormente a punta de arma de fuego lo suben al auto y empiezan a dar varias vueltas hasta que contactan al padre de la víctima, exigiéndole la suma de 30 millones de guaraníes con el fin de no involucrar a su hijo en el hecho punible de “Reducción”. El asistente fiscal fue retenido durante 6 horas y liberado pasada la media noche del día siguiente.
Los extorsionadores incluso lo hicieron pasear buscando una escribanía donde poder realizar los documentos para asegurar el pago, pero como no encontraron ninguno abierto por la hora, compraron un talonario de pagarés que le hicieron firmar a la víctima. Una vez liberado sin saber que era un representante del Ministerio Público su víctima, pactaron la entrega del dinero y fueron detenidos en flagrancia.