Los agentes económicos continúan sintiendo los efectos negativos del problema que existe con los dólares estadounidenses en efectivo, que son rechazados en su mayoría por los bancos, financieras y casas de cambio cuando no son los de la denominada “línea azul”, billetes nuevos.
La situación se venía arrastrando desde hace tiempo, pero se agudizó con la promulgación meses atrás de la Ley 6588, que establece, en uno de sus apartados, un tope a las entidades financieras para cobrar a los ahorristas por el depósito en efectivo de moneda extranjera (1% sobre el valor de la operación).
Las entidades consideran insuficiente el límite configurado por la normativa, teniendo en cuenta los costos que implica el resguardo y las dificultades para la exportación del papel moneda, lo cual desencadena en el rechazo de los billetes.
Al mismo tiempo, en las calles apareció una cotización “paralela” del dólar. Los llamados cambistas aceptan el billete que en otros lugares no, pero a un precio diferente del que se tiene, por ejemplo, en las pizarras de las casas de cambio o bancos.
La variación no es fija, pero según denuncias realizadas a través de las redes sociales, se ofrece un cambio incluso por debajo de los G. 5.000 por cada dólar, muy por debajo de la equivalencia dentro del segmento minorista, que es actualmente de G. 6.940 a la compra y G. 7.000 a la venta.
INACCIÓN. Rogelio Welko, titular de la Asociación de Casas de Cambio, aseguró que el Banco Central del Paraguay (BCP) debe ofrecer una solución, considerando que el problema está afectando a la economía y al país. La banca matriz está en el proceso de compra de un seguro para recibir dólares de los bancos y, a su vez, está en conversaciones con la Reserva Federal de EEUU para enviar billetes, según miembros del directorio