La novia y sus hermanos lo buscaban desesperadamente creyendo que algo le había sucedido por eso no regresaba a la casa, sin embargo, a punta de estoque él supuestamente asaltaba cada madrugada para así juntar dinero para el casamiento, ya que le pidió matrimonio a su novia tras volver sin pena ni gloria desde la Argentina, donde había ido a probar suerte con el trabajo, pero no lo consiguió.
El detenido fue identificado como José Elías Sanabria(21), el mismo volvió al país el pasado 2 de abril para pedirle matrimonio a la madre de su hijo y celebrar con ella su cumpleaños ese mismo día.
La mujer, cuando realizó la denuncia de desaparición de José Elías, dijo a los uniformados que el viajó a Buenos Aires hace tres meses a trabajar, pero como la situación económica en el vecino país está peor que aquí, volvió para quedarse. El lunes 4 de abril, el joven le pidió prestada la motocicleta a su suegra y le dijo a su novia que pasaría por la comisaria a solicitar unos documentos, para así buscar trabajo.
Pasaron los días y no regresó, sus familiares lo buscaron por los hospitales e incluso en la morgue, hasta preguntaron si por ahí no había sido detenido en laguna comisaría, pero no había noticias de José Elías hasta la mañana de este jueves, en que llamativamente se supo su paradero, el mismo estaba preso en una comisaria 10ma Central de Mariano Roque Alonso.
Denunciaron su desaparición en la Comisaría 9na de Limpio, hasta en los medios de comunicación compartían su foto y había sido él andaba asaltando, indicó el Comisario Emilio Alfonso, jefe de la Comisaria 10ma de Mariano Roque Alonso donde se encuentra detenido el sujeto.
El jefe policial informó que era la tercera vez que robaba un local de Biggie y lograron capturarlo, gracias a la ayuda del guardia de seguridad del comercio que asaltó a tempranas horas de este jueves.
La detención de José Elías Sanabria Espínola(21), se registró en el interior del minisuper ubicado sobre la ruta Transchaco y Parapití del B° Centro de Mariano Roque Alonso. El mismo llegaba a los establecimientos comerciales simulando ser cliente, iba directamente hasta la caja, mostraba al cajero el puñal y daba la voz de asalto, obligando a los empleados a entregar todo el dinero que había en las cajas registradoras, en uno de los atracos, incluso se llevó la caja, que por cierto fue incautada como evidencia al igual que la motocicleta y el arma blanca.