La fiscala Daisy Sánchez, quien investiga la desaparición Dahiana Espinoza, informó este viernes que las muestras tomadas por el Ministerio Público en el inquilinato donde vivía ella en compañía de su pareja y padre de su hijo en Itá cuando repentinamente desapareció, coinciden el 99,9% con el ADN de sus padres, es decir es sangre de la joven.
Una comitiva fiscal y policial encabezada por la fiscala Sánchez, realizó un nuevo allanamiento este viernes en la compañía Peguahó, de la ciudad de Itá, en un matadero que ya había sido verificado al principio de la investigación.
Joel Guzmán Amarilla, el principal sospechoso de la desaparición de Dahiana y quien se encuentra con prisión preventiva, podía haber tenido un cómplice y esto surge ahora, luego de que se levantaran más evidencias. La fiscala dijo que en esta etapa intermedia de la investigación donde hay más indicios, podría analizar la causa como un feminicidio en tentativa, añadió que las pericias de nuevo apuntan a César Brítez, el exjefe de la joven, propietario de una carnicería y de una mataderia en Itá, la cual fue allanada por segunda vez este viernes. El Ministerio Público sospecha que fue cómplice de Joel Guzmán Amarilla.